El hecho de que te gusten todos los palos del deporte hace que conozcas a mucha gente de muchas disciplinas. Cuando conoces a mucha gente hablas, y hablas de cómo has llegado al deporte que ellos practican; sea ejemplo nuestros maravillosos barriles interdisciplinares donde karatekas, jugadores de Rugby y jugadores de Ultimate Frisbee se congregan todos a una en espacios abiertos para intercambiar deportes durante un día.
Inevitablemente surgen frases como, ohhh, tengo que probar eso que también practicas tú... a ver si un día quedamos... llevo dándoles vueltas en la cabeza pero todavía no me he animado... etc Y al final, casi por regla general casi nunca se animan; hasta que conoces a Carlos.
Carlos (Muerte para los amigos), es de esta gente motivada que ha llegado a la vida para vivirla, no para dejarla pasar; y un tengo que probarlo algún día rápidamente se convierte en ME HE APUNTADO A UN CURSO DE SNOWBOARD VARIOS DÍAS EN LA SIERRA.
Y eso fue lo que pasó. Junto con Juanjo, un compañero físico malagueño, nos subimos a la sierra en uno de esos días en los que Carlos estaba haciendo el curso junto con otro físico, Soto. Empezamos en grupos separados, ya que ellos tenían ciertas horas con el monitor y luego nos reunimos.
Aquí viene la segunda cosa interesante. ¿Y dónde comemos? Jajajajaja, obviamente el que haya leído más de una entrada desde el 2013 sabe que la parada obligada un día de sierra es la jarra de cerveza con sus lágrimas de pollo en salsa de miel y mostaza.
Después de reponer fuerzas y hacer unas bajadas más, Juanjo y yo dimos por terminado el día y bajamos; ya le di bastante caña por algunas pistas que podría haberme ahorrado; casi me lo cargo, pero el tío salió adelante como crack que es. Ellos se quedaron varios días más hasta terminar el curso.
Y he aquí la tercera cosa interesante. Cuando nos encontramos en Granada varios días después, hablando de la experiencia con cerveza y tapas, aparece la motivación que caracteriza a personas que quieren vivir: FER, TENGO QUE PILLARME UNA TABLA.
Qué grande!
Bienvenidos a la familia de la nieve!
Inevitablemente surgen frases como, ohhh, tengo que probar eso que también practicas tú... a ver si un día quedamos... llevo dándoles vueltas en la cabeza pero todavía no me he animado... etc Y al final, casi por regla general casi nunca se animan; hasta que conoces a Carlos.
Carlos (Muerte para los amigos), es de esta gente motivada que ha llegado a la vida para vivirla, no para dejarla pasar; y un tengo que probarlo algún día rápidamente se convierte en ME HE APUNTADO A UN CURSO DE SNOWBOARD VARIOS DÍAS EN LA SIERRA.Y eso fue lo que pasó. Junto con Juanjo, un compañero físico malagueño, nos subimos a la sierra en uno de esos días en los que Carlos estaba haciendo el curso junto con otro físico, Soto. Empezamos en grupos separados, ya que ellos tenían ciertas horas con el monitor y luego nos reunimos.
Aquí viene la segunda cosa interesante. ¿Y dónde comemos? Jajajajaja, obviamente el que haya leído más de una entrada desde el 2013 sabe que la parada obligada un día de sierra es la jarra de cerveza con sus lágrimas de pollo en salsa de miel y mostaza.Después de reponer fuerzas y hacer unas bajadas más, Juanjo y yo dimos por terminado el día y bajamos; ya le di bastante caña por algunas pistas que podría haberme ahorrado; casi me lo cargo, pero el tío salió adelante como crack que es. Ellos se quedaron varios días más hasta terminar el curso.
Y he aquí la tercera cosa interesante. Cuando nos encontramos en Granada varios días después, hablando de la experiencia con cerveza y tapas, aparece la motivación que caracteriza a personas que quieren vivir: FER, TENGO QUE PILLARME UNA TABLA.
Qué grande!
Bienvenidos a la familia de la nieve!
