Tenía muchas ganas de subir a la sierra, sobretodo después de haber tenido el parón del año pasado. La oportunidad se ha dado cuando Afri y Lola, hermanas y amigas de Ceuta, se han apuntado a pasar unos días por Sierranevada.
Después de desayunar bien, nos encontramos en la plaza de Pradollano y tras saludarnos como se merece... a lo que vamos. Sierra!
Ha sido increíble; de hecho, he perdido la cuenta de las bajadas y las zonas por las que hemos estado. La idea ha sido hacer kilómetros. Primero, para calentar, las zonas por donde ellas suelen ir y después las he convencido para que conozcan otras zonas más... agresivas.
En realidad con agresivo me refiero a la zona de la Laguna, al Águila que Afri no la conocía (el final de esa pista es un poco puñetero pero es la más larga, 6 km, desde el Veleta hasta Pradollano por la zona del Barranco de San Juan) y Peñón del Dílar, pista de la zona de Montebajo que también es bastante larga y que no suele estar muy transitada.
Kilómetros y kilómetros. Eso es lo que recuerdo. Paramos a comer? Ni idea. Kilómetros y kilómetros es lo único que resuena en mi cabeza.
Un día aprovechadísimo en el que me divertí lo que no está escrito. Ellas saben disfrutar de la sierra a un ritmo que engancha. No solo es bajar como un tiro para entrenar tipo competición. A veces es necesario practicar con flow, que es lo que ellas tienen.
Después de desayunar bien, nos encontramos en la plaza de Pradollano y tras saludarnos como se merece... a lo que vamos. Sierra!
Ha sido increíble; de hecho, he perdido la cuenta de las bajadas y las zonas por las que hemos estado. La idea ha sido hacer kilómetros. Primero, para calentar, las zonas por donde ellas suelen ir y después las he convencido para que conozcan otras zonas más... agresivas.
En realidad con agresivo me refiero a la zona de la Laguna, al Águila que Afri no la conocía (el final de esa pista es un poco puñetero pero es la más larga, 6 km, desde el Veleta hasta Pradollano por la zona del Barranco de San Juan) y Peñón del Dílar, pista de la zona de Montebajo que también es bastante larga y que no suele estar muy transitada.
Kilómetros y kilómetros. Eso es lo que recuerdo. Paramos a comer? Ni idea. Kilómetros y kilómetros es lo único que resuena en mi cabeza.
Un día aprovechadísimo en el que me divertí lo que no está escrito. Ellas saben disfrutar de la sierra a un ritmo que engancha. No solo es bajar como un tiro para entrenar tipo competición. A veces es necesario practicar con flow, que es lo que ellas tienen.
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