El calor ha llegado antes de lo esperado. Paula y yo hemos decidido subir hoy...por si acaso; por si acaso no podemos subir otra vez. A la montaña le está pasando factura y ya se le empiezan a ver esas calvas marrones, anunciando que a esto le queda poco esta temporada. Las lluvias mil de abril no parecen llegar y ese mal tiempo que se anunciaba, por otro lado habrá tirado.
Después de un día de dúo, mano a mano bajando y bajando sin parar, nos hemos encontrado con un viejo amigo y su chica, Juanti andaba por aquí, están de vacaciones invernales, enseñando a su compañera en el tema del ski (Juanti le da a dos caras, ski y snow, es un fiera el tío).
Como nos ha pillado a final del día y nos hemos encontrado en Borreguiles, hemos hecho, al menos, la última bajada del Río juntos.
Siempre alegra ver a compañeros y más aún saber que siguen disfrutando de la nieve.
Después de un día de dúo, mano a mano bajando y bajando sin parar, nos hemos encontrado con un viejo amigo y su chica, Juanti andaba por aquí, están de vacaciones invernales, enseñando a su compañera en el tema del ski (Juanti le da a dos caras, ski y snow, es un fiera el tío).
Como nos ha pillado a final del día y nos hemos encontrado en Borreguiles, hemos hecho, al menos, la última bajada del Río juntos.
Siempre alegra ver a compañeros y más aún saber que siguen disfrutando de la nieve.
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