Este sitio es para todos aquellos que aman la nieve, los que buscan información, diversión, curiosidad, risas y participación. Bienvenidos.
Quiero agradecer a Starwe haberme iniciado en este deporte que me ha cambiado la vida y a mi madre que por todos los medios me ha ayudado a conseguir el equipo. Gracias
Somos
Lo que la nieve ha unido, que no lo separe nadie.
miércoles, 2 de enero de 2019
Sierra Nevada más cerca que nunca
Durante casi quince años ha escuchado todas nuestras andanzas en lo referente a la sierra, al snowboard y al esquí. Creo que no ha habido un invierno en el que no se haya librado de alguna anécdota o alguna historia contada por algún amigo. Es muy posible que en todos esos años haya sentido ganas o curiosidad; o simplemente no se ha presentado la ocasión adecuada; pero hoy, siendo de Granada de toda la vida y después de treinta años, Lauris, nuestra Lauris, ha pisado la nieve. La regla de tres era sencilla; si empiezas a salir con un flipao de la nieve (entre otras cosas) como es Juanpe, tarde o temprano vas a terminar calzándote una tabla de snowboard. Sí o sí. Y lo digo con fundamento, que por su culpa terminé comprándome una batería. XD Juanpe es muy persuasivo. Y respecto al tema sierra... Brian, Paula y yo somos muy fácilmente persuasibles.
Juanpe.- Fer, Laura quiere subir a la sierra a probar el snw...
Fer.- VALEVAMOSCUÁNDO!?
Paula.- SIIII SIERRAAAA
Brian.- YO VOY! Ya me las averiguo yo para que alguien se haga cargo de la tienda.
El primer día que pudimos coordinarnos fue el día después de Año Nuevo. Nos dividimos en varios coches y subimos. Al llegar... claro, el día después de Año Nuevo siempre hay bastante peña pero los compromisos navideños nos dejaban pocas opciones.
Después de la colas, conseguimos llegar a Borreguiles. Un día espectacular. Estuvimos ayudando a Lauris con los primeros pasos sobre la tabla y luego nos dividimos en dos grupos. Así ella podría practicar tranquilamente. El primer día de snow no es fácil para nadie.
Brian, Paula y yo nos movimos a la Laguna y luego volvimos a Borreguiles para ver cómo marchaba Lauris. Entre la altitud y el esfuerzo... el hambre aprieta pronto, así que nos bajamos a Pradollano a comer. ¿Dóndeeee? ¿el quéééé? Por supuesto que nuestras tradicionales lágrimas de pollo en salsa de miel y mostaza con una jarra.
Volvimos a subir pero cuando es tu primer día con la tabla... esfuerzo, sol, altitud, pasan factura rápido y Lauris dio por finalizado el día jajajaja. El resto subimos y bajamos unas cuantas veces más y cortamos porque casi ya era el cierre. Terminamos empalmando con el Río y reuniéndonos en Pradollano.
Un día de los que hay que recordar por muchos factores. Cuando pasa mucho tiempo entre subida y subida lo pillas con muchísima ilusión; no importa que lleves haciéndolo más de quince años. Después de ese tiempo no solo tú sigues a pie de cañón; ahí están tus compañeros de batalla con los que llevas más de diez años subiendo y siguen disfrutando de la nieve. Alegra ver como compañeros que aún no habían subido, se animan y terminan probándolo; independientemente de si les pica el gusanillo en un futuro o no; pero alegra compartir algo que llevas haciendo tantos años con alguien al que llevas conociendo tantos años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario